Hace tiempo que quería hablar sobre esto en mi/vuestro blog porque un día viendo la serie de Hospital Central se sugería regalar a una chica una estrella, ya que es muy romántico. Existen numerosas páginas por Internet que ofrecen regalar estrellas a tus seres queridos por un "módico precio", numerosas pero no voy a dar ningún ejemplo porque sinceramente no quiero dar publicidad a ninguna de ellas.
Una estrella, según una de estas páginas, puede costarte unos 120 euros, y te dan un marco con la situación de la estrella, unos diplomas muy bonitos e información de tu "supuesta" estrella. Hay otras que incluso se atreven a vender parcelas en la Luna o en Marte.
Pero no debemos engañarnos. No se puede comprar lo que no es nuestro. El cielo y el Universo no es de la humanidad. Y en cuanto a poner nombres a los cuerpos celestes, la única organización que puede hacerlo es la Unión Astronómica Internacional (UAI), y lo hace a medida que se van descubriendo y no precisamente bajo criterios comerciales.
La UAI es la única reconocida internacionalmente para nombrar a los cuerpos celestes así como a los accidentes en sus superficies y son asignados por reglas internacionales ya aceptadas y aprobadas.
Lo único que consigues con esas empresas es un trozo de papel y probablemente el ver a alguien contento por un rato, hasta que se da cuenta o se entera que no es suya, ya que normalmente, esa estrella se vende luego a otra persona en el mundo.
Cierto que es muy romántico, pero espero que al menos haya quedado claro que las estrellas no son de nadie, y menos aún, podemos ponerles el nombre que queramos. Si de verdad quieres regalarle una estrella a tu novia o a tu novio, al menos, no te gastes 120 euros. Encuentra un planisferio celeste por Internet (como el nuevo que Google Earth tiene ahora), imprime la zona que tu quieras y aplícale un par de efectos en Photoshop con un titular grande de "te quiero". En fin, que quizá me meto donde no me llaman
