Los niños que saben decir mentiras tienen mayores probabilidades para prosperar en su vida de adultos que sus coetáneos veraces, según un estudio del Instituto de Estudios sobre el Niño de la Universidad de Toronto, en Canadá, que han investigado esta conducta entre los niños.
"Los procesos cerebrales de formular una mentira son un indicador de la inteligencia del niño", ha señalado el doctor Kang Lee, director del instituto.
Tras analizar la conducta de 1.200 niños y adolescentes de 2 a 17 años, los expertos canadienses han llegado a la conclusión de que aquellos que aprendieron a mentir desde tierna edad, más tarde alcanzaron un desarrollo más notable.
Para ello, han realizado una prueba de honestidad en la que los adultos pedían a los chicos no echar un vistazo al juguete colocado a sus espaldas y dejaban a los niños solos en la habitación. Al regresar, los preguntaban si cumplieron lo que se les había pedido y comprobaban la respuesta con la grabación de un vídeo.
La capacidad de mentir la han mostrado "uno de cada cinco niños de dos años de edad. Entre los de cuatro años, nueve de cada diez chicos. A los 12 años, la aspiración a mentir registra indicadores máximos", ha explicado Lee.
No obstante ha asegurado que los padres "no deben alarmarse al notar que el niño miente, no llegará a ser un mentiroso patológico" y ha añadido que, "casi todos los niños mienten", lo que es "una señal de haber alcanzado un nivel más alto en su desarrollo".
En este sentido, expertos del Museo de la Ciencia de Londres han afirmado en el diario británico 'The Daily Telegraph' que "el hombre miente tres veces al día, como término medio, y la mujer, dos".
Además, han explicado que la gente miente antes a otras personas que a su madre (el 25% de los hombres y el 20% de las mujeres). Igualmente, al mentir, las mujeres experimentan remordimientos de conciencia, el 82 por ciento de los casos, y los hombres, en el 70 por ciento. Sobre las razones para mentir, el 75 por ciento de los encuestados afirman que lo han hecho para no herir los sentimientos de una persona.