miércoles, 23 de abril de 2008

UNA MINISTRA EN DEFENSA


¿A qué viene tanto revuelo por que la ministra de Defensa esté embarazada? Esperar un hijo no inhabilita para pensar, leer, hablar o tomar decisiones. No nubla el entendimiento ni perjudica la inteligencia. No afecta, ni para bien ni para mal, a la honradez o la competencia profesional. Estar embarazada no es una enfermedad y es una situación que dura, casi exactamente, nueve meses. Es cierto que se pierde agilidad física, pero la agilidad es necesaria para subirse a los árboles, pero no para gobernar a los pueblos. Tampoco a los militares.
El revuelo provocado por el nombramiento de Carme Chacón y por el hecho de que en este Gobierno haya más mujeres que hombres ha dejado en evidencia que en este país hay muchos más periodistas que políticos contaminados por un defecto muy evidente: la falta de respeto hacia las mujeres. Y eso, examinar a las ministras individualmente, como se hace con los ministros varones, va más allá de la capacidad intelectual o cultural de estos ágiles comentaristas, aptos únicamente para hablar del "batallón de modistillas" o para poner en duda que una mujer con un bebé "pueda asistir durante muchos meses a las reuniones de sus colegas de la OTAN". ¿Por qué no podrá ir Chacón a las reuniones de la OTAN? ¿Tienen algo infeccioso sus colegas que le aconseje mantenerse alejada de ellos?
Lo hará bien o mal pero, desde luego, la culpa no será del bebé o de su condición de mujer.

Via El País


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© Fini Calviño