Y hoy te toca a ti. Hoy más que nunca, sé que donde encuentro amor y ternura desinteresada, absoluta y real es entre tus brazos. Eres la expresión del amor. Felicidades, mamá, mi Chatiña, porque todos los días eres un ejemplo de generosidad, de amor infinito, porque diariamente te esfuerzas para hacernos más felices a todos los que estamos a tu alrededor. Me faltarán días para agradecerte todo lo que haces por mi.
Sé que no soy la mejor hija del mundo, a pesar de tener a la mejor madre del mundo. Cuando la miro, cuando la pienso, también me pregunto ¿qué haría yo sin una mujer como ella en mi vida?. Te quiero Chatiña.