Tengo la inmensa suerte de pertenecer a un grupo de amigos que nos autodenominamos el "lado oscuro".
Tienen ese don de hacerme sentir muy especial cuando estoy con ellos. En esta última etapa de mi vida tan complicada, se han tomado la molestia de seguir queriendo ser mis amigos y amigas, dándome siempre ánimos, estando siempre ahí, respetando mis ausencias, mis silencios... Porque cuando las cosas no van demasiado bien, es cuando descubrimos a los que verdaderamente importamos.
Ni os imagináis la de buenas sensaciones que me dejan siempre que estamos juntos, porque son de ese tipo de personas abiertas, francas y nobles; que han entendido mi pasado, que creen más que yo, en mi futuro y sobretodo que me aceptan tal y como soy.
Y.. ¿sabéis? ya llevo una temporadilla que estoy empezando a dejar de existir para ponerme a vivir!
