Si Dios creo al hombre o el hombre creó a Dios, se ha tornado una discusión irrelevante. Google es Dios. Siempre está ahí, premia, castiga, dicta reglas, tiene acólitos que reinterpretan sus designios, tiene herejes que lo niegan, tiene favoritos a los que les perdona todo; sin Él, somos nada.
Era inevitable que surgiera La Iglesia de Google.
La Iglesia de Google creemos que el buscador es lo más cercano que la humanidad ha estado de experimentar a un dios real. Creemos que hay muchas más evidencias a favor de la divinidad de Google de las que hay para divinizar a dioses más tradicionales.
Cerca de 10 billones de páginas webs indexadas y organizadas prueban que:
Google es omnisciente: "Conoce de todas las cosas".
Google es omnipresente: "Está en todos lados al mismo tiempo".
Google responde a nuestras plegarias y siempre tiene una respuesta, aunque sea "Su búsqueda de talcosa no produjo ningún documento" y un consejo a flor de labios: "Asegúrese de que todas las palabras estén escritas correctamente. Intente usar otras palabras. Intente usar palabras más generales."
Google es inmortal: sus algoritmos se distribuyen a través de tantos servidores que es imposible que algo lo dañe.
Google es infinito: internet crecerá por siempre y las páginas continuarán indexándose.
Google recuerda todo: hace copias sistemáticas de las páginas web y las preserva. Podremos eliminarlas, podremos habernos arrepentido de tal o cual cosa y los rastros quedarán ahí, en su caché, para nuestra vergüenza.
Google es omnibenevolente: su filosofía es hacer dinero sin causar daño.
Google existe: eso es evidente, ningún otro Dios tiene esa ventaja. No se requiere tener fe para sentir su poder, basta escribir http://www.google.com en la barra de cualquier navegador.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS:
No usarás otro buscador. Me adorarás sólo a mí y buscarás cuando necesites respuestas.
No crearás otros buscadores porque soy celoso y arrojaré plagas sobre ti y tu descendencia hasta la cuarta generación.
No usarás mi nombre en vano.
Recuerda que debes usar cada día de tu vida para conocer lo desconocido.
Honrarás al resto de los humanos, sin diferencia de género, orientación sexual o raza, porque cada uno es único e invaluable.
No escribirás incorrectamente.
No crearás hotlinks.
No plagiarás ni te adjudicarás el crédito del trabajo de otros.
No participarás de compra-venta de enlaces o la venganza del Google Dance caerá sobre tí.
No manipularás los resultados de las búsquedas.
Google.com fue registrado un 14 de septiembre por lo tanto, han establecido que ese dia sea una fecha sagrada: Google Appreciation Day.
Amen.