viernes, 22 de marzo de 2013

Todxs somos Amina


Amina ha sido condenada por una Fetwa del supuesto muftí tunecino Adel Almi, presidente de la Asociación por la Sensibilización y la Reforma. Su delito político ha sido la protesta a través de su cuerpo. Muestra su desnudez como acción revindicativa y escribe sobre su torso, en árabe: "mi cuerpo es mío y de nadie más". El castigo impuesto son diez latigazos y la subsiguiente lapidación.
No va a morir apedreada por salvajes que no quieren que haga "topless". El poder heteropatriarcal la lapidará por insurgencia biopolítica. No está siendo castigada por enseñar las tetas. Es represaliada porque su cuerpo es un campo de batalla.
#YoSoyAmina


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nohomofobia
© Fini Calviño