Cuando recibí esta presentación en mi correo, me lancé rápidamente a darle las gracias a mi Alachau, porque ella es esa amiga que es eterna, que es de piel y también de hierro, de la que aprendo, con la que me río y lloro desesperadamente. Ella es esa amiga del alma, del corazón, de sangre, es más que una amiga. Siempre está.
Pero también tengo más amigas y amigos que cumplen todo tipo de amistades, tengo amigos que están en las buenas, también amigos que están en las malas... tengo amigas que veo todos los días, y otros que se van, otros que se fueron, otros que vuelven.
Tengo tantos amigos y amigas en la distancia... y que cada día les echo tanto de menos.
Y ahora tengo una amiga que me ha adoptado, una amiga nueva, que me escucha, que la escucho, que me llama, que se preocupa. Amiga de palabra, incondicional, que se ha hecho imprescindible en mi vida... ¡Gracias por estar ahí!
¡¡Dedicado especialmente a todos y todas que os consideráis mis amigas/os!!
