Los colores han tenido una profunda implicación simbólica desde los orígenes de la hisoria humana. Ya sea pos sí solos o relacionados con otros símbolos a los que añade valor semántico.
La mayor parte de los colores guardan en sí mismos un significado que puede cambiar de unas culturas a otras, e incluso dependiendo de la situación o del contexto.
Sin ser determinantes ni excluyentes, veremos a continuación los significados más habituales de los colores, fruto de la tradición y la costumbre.
Amarillo: ambigüedad, cobardía, peligro, advertencia, precaución, verificación, riqueza (por su semejanza con el oro), día, luz, calor, celos. intuición y madurez (color del otoño). Significados muy positivos por su asociaón al oro y al sol y muy negativos por su asociación con el azufre.
Azul: moderación, frialdad, obligación, transparencia, inmaterialidad, agua, verdad y fantasía.
Rojo: fuego, calor, día, peligro grave, alarma, prohibición, afecto, pasión, amor, sexo, excitación, sangre, crimen, guerra, muerte, calamidades, odio y vida. Significados siempre excitantes y a menudo contrapuestos (vida-muerte, amor-odio).
Verde: esperanza, promesa, futuro, auxilio, seguridad, naturaleza, primavera, mediación, equilibrio y paz. Todos significados positivos excepto uno negativo: envidia.
Blanco: pureza, inocencia, castidad, frío, luz, iniciación, sacrificio, austeridad y principio masculino. También es el color de luto en algunas culturas.
Negro: luto, tristeza, noche, tinieblas, ocultación, misterio y principio femenino.
Naranja: afán de protagonismo, peligro moderado y precaución.
Violeta (morado y púrpura): espiritualidad, sacrificio, penitencia, auteridad, moderación, conversión, amor sabio, verdad, pasión, sufrimiento, castidad, esterilidad, inocencia y equilibrio. Significados en sintonía con su condición de color real y sagrado (púrpura imperial y cardenalicia).
Marrón (castaño): el pqasado, renuncia, decaimiento y elemento tierra.
Gris: equilibrio (negro-blanco), justicia y mediocridad.